Así como los objetos se ven diferentes, según la ubicación que tengan en relación con el observador, sucede algo similar con las sombras proyectadas por los objetos, en función de la ubicación del foco de luz con relación a ellos.
Veamos entonces su desarrollo en algunos ejemplos:
En el primer ejemplo podemos observar dos poliedros ubicados en lugares diferentes en relación al foco de luz. Para determinar la proyección de la sombra de cada uno de ellos, debemos en principio trazar una recta vertical imaginaria, perpendicular al Plano de Tierra.
El punto en donde se corta esta recta con P. T., cumplirá una función similar a un Punto de Fuga, desde donde proyectaremos las partes más sobresalientes del objeto.
Por otra parte, desde el foco de luz haremos algo similar, proyectaremos líneas que se cortaran con las anteriores. Estos cortes son los que darán forma a la sombra, que seguramente no será igual a la figura porque dependerá de la distancia de la luz hasta el objeto y de la altura de éste en relación a la luz.
Observemos ahora que sucede cuando un objeto proyecta una sombra sobre otro objeto. Las sombras no reconocen límites y se proyectan sobre cualquier superficie, adaptándose al relieve de las mismas.
En el siguiente ejemplo la sombra del cilindro se proyecta sobre el Plano de Tierra, sube en vertical sobre el frente del otro poliedro y continúa su desarrollo sobre el plano horizontal de éste.
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